“Tenemos una región, América Latina, y un país poco productivo. Estamos muy detrás de productividad, particularmente en productividad laboral. O sea, los resultados que obtenemos con los recursos que tenemos son bajos aún y eso impide que nuestras compañías puedan competir y salir al exterior con fuerza”. Así define Carlos Portales, académico de la Escuela de Administración UC, a la situación que gran parte de nuestro continente sufre en cuanto al desempeño laboral.
¿Cómo podemos mejorar la productividad laboral? ¿Cuáles son los aspectos que realmente necesitan ser tomados con seriedad a la hora de mejorar el desempeño en nuestra empresa u organización? A continuación, hemos recopilado algunas de las claves más importante sobre el mejoramiento del desempeño laboral:
Para que cada persona pueda dar lo mejor posible, primero debe establecer un sentido de pertenencia. Tener una conexión con una organización o grupo de personas que haga sentir que pueden ser ellos mismos, no solo resulta en un mayor compromiso y creatividad en el lugar de trabajo, sino que es una necesidad psicológica.
Una vez un empleado es seleccionado, contratado y en el trabajo, la capacitación es una parte crucial para garantizar su productividad. La formación adecuada también conduce a una mayor eficiencia y productividad. Un estudio reciente realizado por el Chartered Institute of Personnel and Development reveló que el 95% de los gerentes de RR.HH consideran la capacitación de empleados como una herramienta clave en retención de personal.
Implementar este tipo de visión puede ser vital para fomentar relaciones comerciales productivas. Ya sea en un rol junior, gerente o director, la búsqueda activa de consejos, ideas y experiencia de colegas mejorará la comunicación y fomentará una cultura de empresa más inclusiva. Esta cultura inclusiva, a su vez, ayudará a la empresa a retener talentos diversos y hará del lugar de trabajo una opción atractiva para quienes buscan trabajo con una mentalidad global.
La diversidad puede tomar muchas formas, por lo que es importante no subestimar el valor cultural que con los que empleados de diferentes orígenes pueden aportar a un lugar de trabajo. Sin importar su experiencia, perspectiva, cultura y experiencias únicas, la diversidad cultural puede enriquecer la experiencia profesional de quienes lo rodean.
En una empresa donde no se gestiona la diversidad y la inclusión, algunos lo pasan bien, otros más o menos, y los de los grupos generalmente excluidos tienen una pésima experiencia de trabajo, explicó el profesor de la Escuela de Administración UC, Sergio Valenzuela, en una columna publicada en noviembre de 2018. “El espacio de trabajo debe ser un lugar para poner en práctica los talentos que las personas tienen, para contribuir y desarrollarse independiente de los grupos a los que se pertenece”, agregó.
Aquellas empresas que estén buscando nuevas maneras de mejorar sus niveles de productividad laborales deben enfocarse en ser espacios motivadores, que valoren diferentes puntos de vista y que permitan a su personal identificarse con sus valores en un entorno fuera de discriminación, inclusivo y diverso.