En la era globalizada de hoy, los desafíos que antes eran de algunas áreas o países ahora son fuente de preocupación a nivel global: los rápidos y masivos movimientos de personas han hecho del reforzamiento de políticas sanitarias una prioridad en la gran parte de los gobiernos alrededor del mundo. Chile, a pesar de su remoto lugar en el mapa mundial, no ha quedado exento a esta necesidad.
En la actualidad, tanto la globalización como otros factores han destacado más que nunca la importancia de evaluar nuestra situación en la materia. En este artículo resumimos algunos de los desafíos más importantes para el sector de la salud en el país, ya sea en el ambiente público como en el privado, y de acuerdo a los objetivos sanitarios de la década 2011-2020 establecidos por el Gobierno.
Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en 2018 hubo 53.365 casos nuevos de cáncer en Chile, considerando todos los tipos, ambos sexos y todas las edades. Lamentablemente se cree que para el año 2023 la patología será la principal causa de muerte en el país.
A finales del mismo año, el gobierno presentó el Plan Nacional del Cáncer, que busca disminuir tanto la incidencia como la mortalidad atribuibles a la enfermedad a través de estrategias y acciones que faciliten la promoción, prevención, diagnóstico precoz, tratamiento, cuidados paliativos y seguimiento de pacientes, para mejorar su sobrevida, calidad de vida y la de sus familias y comunidades.
Entre enero y diciembre de 2018 se registraron 6.948 nuevos casos de VIH en Chile confirmados por el ISP, lo que representó 1.132 casos más que en 2017. Este caso ha puesto en alarma a la comunidad médica por su impresionante crecimiento, que se relaciona a una falta de educación sexual y a una actitud indiferente por parte de los más jóvenes.
En la actualidad, se está promoviendo el uso de herramientas como campañas gratuitas de test rápidos, se incorporó el uso del condón femenino y también habrá tratamiento PrEP, lo que se espera permita disminuir la curva de aumento de este tipo de condiciones, así como otras enfermedades de transmisión sexual.
En 2018, un informe realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) constató que los jóvenes chilenos, de primero a cuarto medio, lideran en consumo de drogas en todo el continente.
En respuesta a esto, el gobierno ha establecido la implementación de un nuevo modelo de prevención basado en el exitoso sistema islandés, el que se enfoca en prevenir el consumo de drogas en niños, niñas y adolescentes, sobre la base de un diagnóstico profundo y preciso de cada comunidad escolar y también sobre el diseño de una estrategia especial y apropiada para cada una de esas comunidades escolares.