La transformación digital se refiere a la adopción de procesos y herramientas digitales para lograr objetivos de negocios estratégicos. Es un proceso complejo y multifacético, que representa un cambio cultural masivo en el lugar de trabajo y cambios que afectan a cada parte de una organización.
Pero, ¿qué significa “transformación digital” para las empresas, realmente? ¿Cómo tomar ese concepto grande y abstracto para convertirlo en acciones y estrategias que beneficien tanto a sus empleados como a sus clientes? Aquí un breve vistazo:
Cuando se habla de transformación digital, es tentador fijarse en la parte digital, las plataformas y los procesos nuevos, en vez de la parte de transformación. La idea de que simplemente puedes comprar el software correcto y aumentar la productividad al instante es atractiva. Pero fundamentalmente, la transformación digital consiste en cambiar la forma en que los equipos trabajan juntos, no solo la tecnología que están utilizando para hacer ese trabajo.
La transformación digital es inevitable y necesaria, pero puede que pienses que no sea urgente. Tal vez tus ventas sean sólidas, tus clientes estén contentos, y tus empleados se mantengan productivos, por lo que parecería que ahora no sea el momento de embarcarse en un proyecto con un uso intensivo de recursos que agite tus operaciones. Hay algunas razones para abrazar el futuro digital más temprano que tarde:
- Empleados comprometidos: Las empresas digitales capacitan a los empleados a través de la transparencia, oportunidades de aprendizaje y comunicación abierta. Al entregar más datos sobre su trabajo a los empleados (algo que el 90% de los empleados quiere, según una encuesta reciente en el MIT Sloan Management Review), las empresas pueden realizar seguimientos y mejorar su rendimiento.
- Aumento en ganancias: Las empresas pueden esperar aumentar sus ingresos en un 23% como resultado de adoptar estrategias digitales como el uso de datos para tomar decisiones inteligentes y capacitar a los empleados en tecnologías emergentes. AT&T, por ejemplo, ha acelerado su tiempo de ingresos en un 32% a través de iniciativas de desarrollo profesional que aumentan las habilidades digitales de sus empleados.
- Mayor resiliencia: Una empresa digital crea resiliencia al reemplazar estructuras rígidas y procesos inflexibles con una cultura e infraestructura en el lugar de trabajo que puede responder y adaptarse a nuevas demandas.
Los desafíos y oportunidades de un cambio digital están determinados por el tamaño y la estructura de la empresa. Los negocios empresariales y las empresas bien establecidas pueden tender a imponer jerarquías rígidas y formales, que contribuyen a una menor colaboración y un cambio más lento.